La casa situada en Forcinas fue construida para Manuel García de la Noceda, consta además en su gran finca de capilla, fuente, cenador y varios hórreos. Don Manuel emigró joven a Cuba y estuvo casado con Fe Díaz Suárez con la que no tuvo hijos, dejando su fortuna a sus sobrinos. La casa fue residencia de ancianos y en la actualidad es un centro utilizado por ASCIVITAS para la integración y amparo de personas discapacitadas, con la incorporación de talleres con el fin de enseñar y motivar a estas personas a adquirir cada vez más autonomía y capacidad personal.
Dado que los sobrinos de García de la Noceda estuvieron casados con dos hijas de Gumersindo García y que el apellido García de la Noceda se recuperó en 1.920 es probable que Manuel García de la Noceda sea Manuel García Alonso del que se sabe que allá por el año de 1.864 estableció en Santiago de las Vegas (Cuba) una fábrica dedicada a la manufactura de tabaco. Aunque existían por entonces varias tabaquerías en la población, ninguna llegó a tener la amplitud y el renombre de ésta, llegando a ser una de las más importantes de la isla. Aquella importante industria constituía un valioso aporte a la economía local; porque era el centro fabril donde trabajaban gran cantidad de vecinos, no solamente elaborando la rica hoja en el torcido, sino que también se dedicaba a la fabricación de cigarros, que eran hechos a mano en muchas casas, así como el despalillado, que también se realizaba por tareas en multitud de casas particulares, evitando que la mujer tuviera que abandonar el hogar y facilitándole que compartiera ambas actividades. Los tabacos de García llegaron a adquirir fama universal, sobre todo su marca conocida por La Crema de Cuba. A la muerte de Don Manuel, quedó al frente de la misma, Don Gumersindo García Cuervo sobrino de éste.
Fuente: Francisco Fina García, en Tradiciones y Leyendas
