Casa mandada construir por D. Ángel
Fernández, natural de Santa Marina y emigrante en Cuba donde se dedicó a la
hostelería. Se levantó en 1920 con la idea de que sirviera de vivienda para D.
Ángel y la que sería su esposa Ángela, sobrina suya mucho más joven con la que
tenía intención de tener muchos hijos, sin embargo no llegaron a ser padres, y
por ello la casa contaba con cinco habitaciones en la primera planta y otras
tantas en la planta superior. En Santa Marina tuvieron una pequeña
explotación ganadera con gallinas y vacas. Tras su muerte la heredaron sus
sobrinos que la vendieron a los actuales propietarios que la transformaron en
la hoy Pensión Prada.
domingo, 21 de julio de 2013
lunes, 8 de julio de 2013
292.- CASA DE GOICO - SOTO DE LUIÑA (CUDILLERO)
D. Celestino López, natural del concejo de
Cudillero, emigró a Argentina en concreto a Rosario donde se dedicó al ramo del
calzado, tuvo también intereses en Cuba. Hizo una gran fortuna, mandando
construir esta casa en 1928 en el Camino de la Estación a un arquitecto del
sur de Francia que fue quién dio este estilo neovasco a la construcción. D.
Celestino, apodado Molina en el pueblo, ya mayor solía venir a la casa
acompañado de una cantante canaria a la que llamaban “La señorita Angustias”. Como
casi todos los indianos fue generoso con su pueblo, solía sufragar parte de los
gastos de las fiestas locales pagando a la banda “La lira” de Luarca, los
voladores, los farolillos y los fuegos artificiales. Así mismo regaló una gran
alfombra para el altar de la iglesia. Aquí en Soto solía echar la partida en el
café con las personas importantes del pueblo y cuentan la anécdota que un día
vino un pobre pidiendo dinero y que él hizo el comentario que si algún día él
se encontraba en esa situación se pegaba un tiro. Pero el destino es cruel y en
la depresión del 29, no se sabe si por ella o porque sus socios le estafaron,
perdió todo su dinero quedando totalmente arruinado por lo que cumplió con su
palabra y se suicidó a principios de los años 30, según unas versiones de un
tiro y según otras tirándose al mar en Cádiz. El chalet lo heredó una sobrina
de Oviñana que lo vendió a Eduardo Goicoechea San Vicente (Bilbao 1900- 1957),
constructor que participaba en ese momento en la construcción del ferrocarril Gijón-Ferrol,
casado con Concepción Rodríguez de Llano. Con posterioridad la casa fue vendida
por su hija Conchita a los actuales propietarios. Ésta es conocida en Soto de
Luiña como “Casa de Goico” y desde ella se ve perfectamente el viaducto de San
Pedro de la Ribera.
martes, 2 de julio de 2013
291.- TORRE DE VILLADEMAR - SAN JUAN DE PIÑERA (CUDILLERO)
La primera edificación de La Torre data del
siglo XI siendo un encargo de Doña Pelaya Ordoñez, más conocida como doña Paya,
hija del infante Ordoño Ramírez «el
Ciego» y la infanta Cristina Bermúdez y casada con Bermudo Armentáriz. Con
posterioridad pasó a manos de la familia Sierra de Jarceley, Francisco Sierra
hizo construir en 1876 una capilla dedicada a Nuestra Señora de la O que Pío
IX designó como parroquia. Fue en 1920 cuando el indiano Manuel Rodríguez
López, apodado “El Curcho” o “El Yankee” adquirió la casa solariega conocida
como Torre de Villademar y en su afán de notoriedad al ver las grandes grúas
que eran utilizadas en la construcción del ferrocarril decidió utilizarlas para
construir la gran torre de hormigón que actualmente adorna la casa. D. Manuel Rodríguez
emigró a Cuba, comenzó trabajando en el almacén de tabaco de su tío Calixto López
y posteriormente junto con sus primos Valeriano López y José Menéndez fundó la fábrica
de cigarrillos El Cuño. D. Manuel y su esposa venían todos los veranos desde
Cuba a pasar las vacaciones en la casa. Posteriormente la propiedad paso a pertenecer
a la familia Bravo Díaz-Cañedo.
Al recinto se accede por una gran portada
barroca traída desde Cantabria.