lunes, 17 de junio de 2013

290.- LAS RONDAS - SAN MARTÍN (CUDILLERO)

Construida para el indiano Jerónimo Martínez sobre una extensa finca a la entrada de San Martín. En su fachada principal destaca la escalera de entrada sobre la que se sitúa un mirador que casi no se ve debido al gran tamaño de los árboles y en un lateral una galería acristalada. Parece ser que tras el fallecimiento de su hija de 16 años durante la Guerra Civil la casa fue vendida a D. Manuel Álvarez, heredándola su hija Dª María Luisa Álvarez Pinillos casada con D. José Camón Aznar (1898-1979). Éstos la utilizaban en los periodos vacacionales y a la casa se le conoce también como casa de Camón.












Foto:"REVISTA ILUSTRADA DE BANCA, FERROCARRILES, INDUSTRIA Y SEGUROS" AÑO XXVI-NUM. 13 (publicada el 10 julio de 1918)

viernes, 7 de junio de 2013

289.- CASA DE VALERIANO LÓPEZ - CUDILLERO (CUDILLERO)

Valeriano López Rodríguez, natural de Cudillero, con catorce años tras ser el único superviviente de un naufragio y para evitar un futuro dedicado a la pesca decidió emigrar a Cuba. Embarcó hacia La Habana recabando en la casa de Calixto López, reconocido tabaquero también oriundo de Cudillero, con quien trabajaría durante treinta años como encargado del almacén. Llegó a ahorrar una considerable fortuna de forma que le compró a D. Calixto su cigarrería, llamándola “El cuño”. Fueron años de bonanza en los que D. Valeriano fue incrementando su fortuna hasta que en 1.923 decidió retirarse por recomendación médica y regresó Asturias con su esposa, la catalana Rosa Banús Compagne, y su hijo Valeriano. Se instalaron alquilados en Cudillero mientras rehabilitaban la que fue la casa de su abuela paterna “Lola La Pataguera”, casa con excelentes vistas al puerto pesquero. Su hijo Valeriano López Banús estudió medicina aquí en España pero regresó primero a Filadelfia y después a Cuba, país que le vio nacer, donde llegó a casarse cuatro veces y ejerció de médico además de dedicarse a otros negocios, llegando a ser presidente de la cadena de tiendas “La Quincallera” impulsada por él, su cuñado José M. Mayorga, las esposas de ambos las hermanas Mª Teresa y Enriqueta Gómez-Waddington pertenecientes a una de las familias más adineradas de la burguesía isleña, y por último otro socio llamado José Simó. Tras el triunfo de la revolución castrista, en 1.960 trasladaron la fórmula del negocio a España para crear Simago (acrónimo de Simó, Mayorga y Gómez). La empresa, bajo la presidencia de Mayorga, modificó la fórmula original para hacerla más europea adoptando el modelo de la cadena francesa de almacenes populares Prisunic.
En la actualidad la casa, también conocida por El Reguerío, no pertenece a la familia.