La casa fue propiedad de Aurelio
Huerta Asenjo, un indiano que emigró a México. La reedificó hacia 1930 sobre la
base de una construcción anterior de una sola planta para convertirla en
vivienda, según el proyecto presentado por el arquitecto municipal Leopoldo
Corugedo.
Aurelio Huerta Asenjo nació en 1884 y era hijo de Manuel Huerta del Valle (1852) y de Jesusa Asenjo (1857) y hermano de José, Enrique y Rogelio.
Enrique Huerta Asenjo nació en 1876 en Sama de Langreo en Asturias y a finales de la primera década del siglo XX embarcó rumbo a América, en concreto a Estados Unidos. Sin embargo, tras dos años de estancia en Connecticut, dado el clima extremo y su dificultad con el inglés decidió establecerse más al sur, en Ciudad de México.
Enrique Huerta Asenjo era un hombre con experiencia en la industria metalúrgica y a su llegada en 1911 a Ciudad de México, coincidiendo con el inicio de la Revolución Mexicana, creó una pequeña fundición en el norte de la capital donde fabricaba camas y cunas de hierro colado, así como camas de latón. En breve llegó su hermano Aurelio y juntos crearon otra empresa a la que denominaron “Huerta Hermanos y Sucesores”, dedicada a la fabricación de diferentes enseres domésticos, en especial sartenes, fabricados con aluminio y así se convirtió en la primera empresa en fabricar utensilios de cocina de aluminio en México. Esta empresa desapareció en 1925, para reaparecer en 1930 con el nombre de Vasconia, ya sin Aurelio entre los dueños y sí con los hijos de Enrique.
Aurelio Huerta, llegó a México a principios del siglo XX posiblemente llamado por su hermano Enrique. Con duro trabajo amasó una pequeña fortuna. Esto le permitió vivir de sus rentas y poder retirarse con su familia a Grado a principios de los años 30, para descansar y pasar el resto de su vida en el pueblo que lo vio crecer, emigrar y volver. Desafortunadamente, los indianos regresaban a sus pueblos de origen con mucho dinero y ostentación, lo cual despertaba envidias entre los lugareños que no habían emigrado y no habían tenido éxito económico al haberse quedado a vivir en el pueblo. Aurelio contrajo matrimonio con Natividad Fernández Fernández con quien tuvo una única hija Marina que nació en La Quintana en 1931. Toda la familia disfrutó de una estancia placentera por varios años en Grado hasta que estalló la guerra civil. Aurelio era de ideas socialistas y antimonárquico, por lo que algunos en Grado le pusieron el mote de «el comunista». Fue procesado según aparece en El Boletín Oficial de la provincia de Oviedo del 26 de noviembre de 1936 y ante la posibilidad de ser fusilado por los hechos que se imputaban huyó a Francia con toda su familia y después a México donde vivió hasta su fallecimiento el 5 de febrero de 1949. Según aparece en distintos Boletines oficiales la familia recobró sus bienes y Aurelio fue indultado. La casa de la Quintana, al quedar abandonada, fue saqueada por los lugareños y después de la guerra civil se alquiló durante varios años a diversos inquilinos, hasta que su hija Marina y su esposo Daniel Varela Suárez, decidieron venderla en los años 50. La casona tuvo varios propietarios hasta que finalmente fue adquirida en 2004 por Luis Rodríguez quien la restauró, ya que se encontraba en un estado de deterioro significativo, hasta convertir la casa en un albergue de peregrinos.
Aurelio Huerta Asenjo nació en 1884 y era hijo de Manuel Huerta del Valle (1852) y de Jesusa Asenjo (1857) y hermano de José, Enrique y Rogelio.
Enrique Huerta Asenjo nació en 1876 en Sama de Langreo en Asturias y a finales de la primera década del siglo XX embarcó rumbo a América, en concreto a Estados Unidos. Sin embargo, tras dos años de estancia en Connecticut, dado el clima extremo y su dificultad con el inglés decidió establecerse más al sur, en Ciudad de México.
Enrique Huerta Asenjo era un hombre con experiencia en la industria metalúrgica y a su llegada en 1911 a Ciudad de México, coincidiendo con el inicio de la Revolución Mexicana, creó una pequeña fundición en el norte de la capital donde fabricaba camas y cunas de hierro colado, así como camas de latón. En breve llegó su hermano Aurelio y juntos crearon otra empresa a la que denominaron “Huerta Hermanos y Sucesores”, dedicada a la fabricación de diferentes enseres domésticos, en especial sartenes, fabricados con aluminio y así se convirtió en la primera empresa en fabricar utensilios de cocina de aluminio en México. Esta empresa desapareció en 1925, para reaparecer en 1930 con el nombre de Vasconia, ya sin Aurelio entre los dueños y sí con los hijos de Enrique.
Aurelio Huerta, llegó a México a principios del siglo XX posiblemente llamado por su hermano Enrique. Con duro trabajo amasó una pequeña fortuna. Esto le permitió vivir de sus rentas y poder retirarse con su familia a Grado a principios de los años 30, para descansar y pasar el resto de su vida en el pueblo que lo vio crecer, emigrar y volver. Desafortunadamente, los indianos regresaban a sus pueblos de origen con mucho dinero y ostentación, lo cual despertaba envidias entre los lugareños que no habían emigrado y no habían tenido éxito económico al haberse quedado a vivir en el pueblo. Aurelio contrajo matrimonio con Natividad Fernández Fernández con quien tuvo una única hija Marina que nació en La Quintana en 1931. Toda la familia disfrutó de una estancia placentera por varios años en Grado hasta que estalló la guerra civil. Aurelio era de ideas socialistas y antimonárquico, por lo que algunos en Grado le pusieron el mote de «el comunista». Fue procesado según aparece en El Boletín Oficial de la provincia de Oviedo del 26 de noviembre de 1936 y ante la posibilidad de ser fusilado por los hechos que se imputaban huyó a Francia con toda su familia y después a México donde vivió hasta su fallecimiento el 5 de febrero de 1949. Según aparece en distintos Boletines oficiales la familia recobró sus bienes y Aurelio fue indultado. La casa de la Quintana, al quedar abandonada, fue saqueada por los lugareños y después de la guerra civil se alquiló durante varios años a diversos inquilinos, hasta que su hija Marina y su esposo Daniel Varela Suárez, decidieron venderla en los años 50. La casona tuvo varios propietarios hasta que finalmente fue adquirida en 2004 por Luis Rodríguez quien la restauró, ya que se encontraba en un estado de deterioro significativo, hasta convertir la casa en un albergue de peregrinos.
La Quintana es era una vivienda unifamiliar con un cuerpo central de dos pisos y dos torres situadas a los lados. Se puede incluir dentro del estilo ecléctico ya que en ella se combinan elementos de gusto clásico y barroco. Originalmente tenía tejas vidriadas de color verde que daban cierta originalidad a la cubierta pero desafortunadamente éstas fueron sustituidas en una última restauración.
Fuentes:
https://asturiaspordescubrir.com/articulos/peregrinos-como-indianos/
Fotografías del 2011 anteriores a la última reforma
Aurelio Huerta Asenjo
Aurelio Huerta Asenjo
Natividad Fernández Fernández
Marina Huerta Fernández
Marina Huerta Fernández
Daniel Varela Suárez
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