Fue construida en 1.887 por Francisco Valdés
que era maestro de obras y un buen carpintero. Se casó con María Álvarez a
quien llamaban “María la Gaya”, ésta era hermana de Gabino Álvarez Menéndez. El
matrimonio tuvo varios hijos entre ellos Encarnación (la de la Casona),
Herminia casada con Jesús Solís (El Marciel), Rosario, Emilia, Basilisa,
Antonia (madre del famoso jugador del Oviedo Antón el de la boina, que formó
una buena escuadra con Herrerita y Emilín en los años 40), Benito y Juana María.
Benito hacia 1.910 emigró a Caibarién haciéndose
cargo de los negocios de su hermana Herminia y Jesús Solís que habían regresado
a España. Debido a su mala gestión y a que se quedó con mucho dinero causó
graves problemas económicos a los Solís.
La última hija del matrimonio Juana
María y su marido Tomás de Pachín que había emigrado también a Cuba fueron los
que vivieron en la casa, siendo su hijo Francisco quién gastó todo el dinero y la
malvendió. La casa es más grande que lo que aparenta y por dentro es muy
bonita.