D. Celestino López, natural del concejo de
Cudillero, emigró a Argentina en concreto a Rosario donde se dedicó al ramo del
calzado, tuvo también intereses en Cuba. Hizo una gran fortuna, mandando
construir esta casa en 1928 en el Camino de la Estación a un arquitecto del
sur de Francia que fue quién dio este estilo neovasco a la construcción. D.
Celestino, apodado Molina en el pueblo, ya mayor solía venir a la casa
acompañado de una cantante canaria a la que llamaban “La señorita Angustias”. Como
casi todos los indianos fue generoso con su pueblo, solía sufragar parte de los
gastos de las fiestas locales pagando a la banda “La lira” de Luarca, los
voladores, los farolillos y los fuegos artificiales. Así mismo regaló una gran
alfombra para el altar de la iglesia. Aquí en Soto solía echar la partida en el
café con las personas importantes del pueblo y cuentan la anécdota que un día
vino un pobre pidiendo dinero y que él hizo el comentario que si algún día él
se encontraba en esa situación se pegaba un tiro. Pero el destino es cruel y en
la depresión del 29, no se sabe si por ella o porque sus socios le estafaron,
perdió todo su dinero quedando totalmente arruinado por lo que cumplió con su
palabra y se suicidó a principios de los años 30, según unas versiones de un
tiro y según otras tirándose al mar en Cádiz. El chalet lo heredó una sobrina
de Oviñana que lo vendió a Eduardo Goicoechea San Vicente (Bilbao 1900- 1957),
constructor que participaba en ese momento en la construcción del ferrocarril Gijón-Ferrol,
casado con Concepción Rodríguez de Llano. Con posterioridad la casa fue vendida
por su hija Conchita a los actuales propietarios. Ésta es conocida en Soto de
Luiña como “Casa de Goico” y desde ella se ve perfectamente el viaducto de San
Pedro de la Ribera.
Me impresiona mucho la calidad de renovacion que ha recibido esta casa, como han recibido muchas otras casonas reformadas en esta pagina web. ¿Supongo que hay en Asturias empresas 'certificadas' o bien establecidas en la region?
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