Álvaro Bango León nació en el año 1867 en Ambás (Carreño) en el seno de una
familia de modestos labradores. Sus hermanos fueron María, Josefa, José (Ambás,
1869-1941) y Tomás. Los más conocidos fueron Álvaro y José que con 17 y 15 años
respectivamente emigraron a La Habana (Cuba) donde tras tres décadas regresaron
enriquecidos a Asturias siguiendo caminos diferentes. José se dedicó a la
política llegando a ser diputado provincial (en el año 1917 por parte del
Partido Reformista de Melquíades Álvarez), promotor del Sindicato Agrícola de
Carreño, alcalde de Carreño, presidente de la Federación Agrícola Asturiana
entre 1911 y 1921 y miembro de la logia masónica Jovellanos. Álvaro continuó
con los negocios comprando abundantes propiedades en Gijón donde se instaló.
Ambos fueron muy generosos con su Carreño natal contribuyendo en la
financiación de las escuelas y el cementerio local.
Álvaro Bango León se casó con Eulogia Escacho Álvarez (Jove, 1884-1973),
que de soltera había sido maestra en San Andrés de los Tacones. Tuvieron tres
hijos: Álvaro (1913), José María (1916) y Evaristo Luis Bango Escacho (1919)
nacidos los tres en Jove. El primero murió muy joven, antes de la Guerra Civil,
y José María murió en la contienda, a los 21 años, en septiembre de 1937.
El más pequeño, Evaristo Luis nació el 21 de junio de 1919 y al morir su
padre en Gijón en el año 1933 y sus hermanos se convirtió en su heredero.
Estudió en la Escuela de Comercio, él se encargó de conservar y ampliar su
patrimonio debido a su buen ojo para los negocios, aunque fue uno de los
damnificados por la estafa de Gescartera. Invirtió en inmuebles (edificios en
la calle Corrida o el paseo de Begoña) y fincas en Jove, Carreño y Villaviciosa,
entre otras.
Evaristo Luis nunca se casó ni tuvo hijos. Años después de la muerte de su
padre, decidió trasladarse con su madre hasta esta casa que había sido su
residencia de verano: la Quinta Bango, en Jove. En la quinta familiar
transcurrió su vida, vivió de forma sencilla y apenas sin relacionarse con la
gente, no siendo un hombre de gustos ni aficiones caras. Cuando empezaron las
obras de urbanización de El Lauredal se trasladó a un chalé en Somió donde
murió el 9 de mayo de 2006 a los 86 años. Legó su inmenso patrimonio (podría
superar los 30 millones de euros) a la Asociación Gijonesa de La Caridad,
sorprendiendo a propios y extraños, con el mandato de que todo su legado se
destinase a construir una residencia para ancianos sin recursos. El dinero y
los activos financieros están bloqueados en un fondo suizo contra el que todavía pleitean hoy sus herederos.
La casona fue construida a finales del siglo XIX como quinta de recreo, fue
propiedad de los García Jovellanos, Los Costales, la familia Bango Escacho y en
la actualidad de Funerarias Noega donde ha instalado un tanatorio. Está ubicada
en una parcela de gran superficie situada en el barrio de Jové cerca del parque
El Lauredal. La vivienda principal presenta un volumen sencillo de planta rectangular,
con la singularidad de tener adosada una capilla que destaca por su tamaño.
Las fachadas del edificio principal fueron construidas con ladrillo
caravista, con dos grandes galerías de carpintería de madera en dos de su
fachadas. El conjunto incluía un excelente cierre de la finca con
un muro de mampostería y portón de acceso metálico, en su interior existe un
amplio jardín en el que destaca una torre-cenador con influencias del estilo
ecléctico.
El grupo impulsor del proyecto del tanatorio ha realizado un gran esfuerzo,
para rehabilitar y recuperar los elementos decorativos y constructivos
originales. Elementos, detalles y símbolos significativos conservados en los
interiores y en todo el conjunto.
Fuentes: El Comercio, La Nueva España, Funerarias Noega y Catálogo Urbanístico
de Gijón.
“…el escudo que aparece en el exterior de la capilla es del siglo XVII. El
blasón, labrado en piedra, está dividido en cinco cuarteles, que acogen las
armas de las familias: 1.º Jove, 2.º Hevia, 3.º Valdés (escusón), 4.º Miranda y
5.º Labandera. Se timbra con un yelmo plumado que mira a siniestra, sobre
pergaminos recortados y enrollados, asemejándose al que hallamos en el palacio
de los Jove-Huergo.”
Fragmento de:
INVENTARIO-CATÁLOGO DE CAPILLAS POPULARES Y SEÑORIALES EN EL CONCEJO DE
GIJÓN (ASTURIAS) de María Prieto Vergara
Antes de la reforma
El depósito ya no existe
Foto: http://www.funerariasnoega.es/
Una entrada muy completa y muy interesante. La foto antigua me hizo recordar cómo era antes de la rehabilitación esta finca que casi tenía olvidada. Un saludo.
ResponderEliminarPor favor, corregido la entrada: no es Jové, es Jove
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